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Cuadernos de Lavapiés

Tengo un amigo en Beirut. Estos días hemos estado en contacto –lógicamente preocupado yo, y muy asustado él, con más razón. Esta mañana le envié una URL, para invitarle a que leyera lo que Gustavo de Arístegui escribe y muchos otros debaten en la red:

http://blogs.periodistadigital.com/aristegui.php

 

No debí hacerlo. Me di cuenta cuando leí su lacónico mensaje: “Aquí caen bombas en las panaderías, ya no quedan carreteras, y en España todo sirve para desgastar al Gobierno. En Sol, tomando café, me parecería lo más normal del mundo. Ahora mismo no lo entiendo. Tengo que comprar agua. El problema es que no sé dónde, a quién, ni cómo, pero el niño se me va a deshidratar. Hasta pronto.”

 

A media mañana he perdido el contacto con mi amigo. Espero que esté bien, y que el único problema sea que por fin un F-16 haya acabado con el repetidor más cercano, o con el transformador que lo alimenta, como él mismo llevaba temiendo desde que empezaron a caer bombas en su barrio.  

1 comentario

GataGris -

Han pasado varios días y qué de tu amigo de Beirut?
No has retomado contacto?
Soy argentina y me gustaría que informes de él, desde que he leído su comentario me parece imprescindible saber de él y su hijo