Pronunciamientos y pronunciaciones militares
El señor Rajoy, líder de la oposición conservadora en España, se pregunta en la radio, refiriéndose a las amenazas golpistas enunciadas por el Teniente General Angulo Mena, que “¿qué está ocurriendo en el país para que hayan tenido que hacerse dichas declaraciones?”. Acusa con ello Rajoy al Presidente del Gobierno y al Ministro de Defensa de ser los causantes de un supuesto desbarajuste nacional, y les responsabiliza en última instancia de que un Teniente General nostálgico haya dicho en público que, si las cosas se ponen feas, el Ejército saldrá a la palestra como garante de lo que haga falta.
Ahora bien, queridos niños, estamos tratando aquí con una estructura verbal con dos pares de cojones, con perdón. Así, el “hayan tenido que hacerse” es una construcción perifrástica que incluye un Pretérito Perfecto de Subjuntivo y un bonito reflexivo con valor de impersonal. Las declaraciones no nacen, sino que suelen hacerse, y por lo general, a manos (a labios) de un sujeto activo, que se pone las botas transitivas y se descuelga con un objeto directo: verbigracia, la declaración en sí. Por ello sorprende la elección sintáctica de Rajoy, de la que se desprende que las declaraciones estaban ahí, en alguna parte del limbo lingüístico, listas para salir a las ondas públicas, y que lo único que ha hecho Su Excelencia Angulo Mena ha sido ponerse firmes y darle a Dios lo que es de Dios y al César lo que es del César.
O sea, que el señor Rajoy entiende que unas declaraciones emitidas por un altísimo cargo militar, en las que se decía (otra pasiva con valor de impersonal) que el Ejército puede intervenir en cualquier momento en la vida política de un país supuestamente democrático han “tenido que hacerse”. No sé de qué os sorprendéis, niños, si el señor Rajoy, a la postre, es el líder del Partido Popular, los mismos que hace poco decían desde sus asientos institucionales que la Guerra Civil “tuvo que hacerse”, saltándose a la torera el hecho de que aquello fue un alzamiento militar, cruel, violento y abusivo, contra un régimen democrático y elegido en sufragio por el pueblo. Alzamiento que acabó con la muerte de no sabremos nunca cuántos cientos de miles de españoles.
Otra cosa sería decir que “Franco empezó la Guerra porque tuvo que hacerlo”, y otra más peliaguda aun, añadir después: “con dos cojones”. No oiremos en público a ningún líder del PP emitir exabruptos de tal carácter. Lo que ya no tengo tan claro, después de comprobar el uso que el señor Rajoy hace del reflexivo con valor impersonal, es que no lo piensen.
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