Préstame tu vida
El domingo fui a comer con mi amigo Mangor. Mangor es senegalés, de Dakar, y también lo son sus amigos y compañeros de piso. Mientras comíamos, comenzamos a hablar del programa que emitió la televisión pública el pasado viernes 11 de febrero, por la noche: "Préstame tu vida". En la última emisión de este nuevo "reality show", un inmigrante de Gambia intercambiaba su vida con un joven español de más o menos la misma edad.
Con semejantes premisas, podrían haberse hecho muchas cosas, unas malas y otras buenas, pero lo que "Préstame tu vida" hizo fue simplemente alimentar de la manera más burda los estereotipos más bastos que puedan reinar entre europeos y africanos.
Me contó Mangor que vio el programa en casa con sus compañeros, y que con sólo empezar se dieron cuenta de que no iban a ver nada nuevo. En efecto, el inmigrante de Gambia aparecía comiendo con la familia del español, expresando sin ambages su intención de tomar tres esposas más de la que ya tenía, mientras que el joven ibérico se mostraba asqueado tras volver de la carnicería halal, muy ibérico ultramontano en su crítica de las costumbres islámicas, y muy despreciador de todo lo que venga de según qué partes.
Ýo conozco bastante a Mangor, y sé que también es musulmán, y no conozco a ningún hombre de mente más abierta, comportamiento más respetuoso, o principios más liberales. Por eso pensé que cuando eligieron al de Gambia en el casting, lo hicieron porque buscaban alguien que pudiera alimentar el estereotipo. Lo que no sabía, hasta que me lo dijo Mangor, era que Gambia es conocida entre los países de su entorno como un país excepcionalmente liberal, donde hasta fumar marihuana está extendido y socialmente aceptado.
Le creí, porque Mangor sabe muchas cosas, porque no miente, y porque, por mi parte, sé que la mayoría de los españoles tampoco habría pasado el casting, por no ajustarse lo suficiente al estereotipo que se buscaba.
Con semejantes premisas, podrían haberse hecho muchas cosas, unas malas y otras buenas, pero lo que "Préstame tu vida" hizo fue simplemente alimentar de la manera más burda los estereotipos más bastos que puedan reinar entre europeos y africanos.
Me contó Mangor que vio el programa en casa con sus compañeros, y que con sólo empezar se dieron cuenta de que no iban a ver nada nuevo. En efecto, el inmigrante de Gambia aparecía comiendo con la familia del español, expresando sin ambages su intención de tomar tres esposas más de la que ya tenía, mientras que el joven ibérico se mostraba asqueado tras volver de la carnicería halal, muy ibérico ultramontano en su crítica de las costumbres islámicas, y muy despreciador de todo lo que venga de según qué partes.
Ýo conozco bastante a Mangor, y sé que también es musulmán, y no conozco a ningún hombre de mente más abierta, comportamiento más respetuoso, o principios más liberales. Por eso pensé que cuando eligieron al de Gambia en el casting, lo hicieron porque buscaban alguien que pudiera alimentar el estereotipo. Lo que no sabía, hasta que me lo dijo Mangor, era que Gambia es conocida entre los países de su entorno como un país excepcionalmente liberal, donde hasta fumar marihuana está extendido y socialmente aceptado.
Le creí, porque Mangor sabe muchas cosas, porque no miente, y porque, por mi parte, sé que la mayoría de los españoles tampoco habría pasado el casting, por no ajustarse lo suficiente al estereotipo que se buscaba.
7 comentarios
Ana -
Un saludo,
Ana
vi230850 -
Ya puestos a elegir, podían haber seleccionado gente abierta que ayudase un poco cambiar la actitud de los espectadores más cerrados
bett -
corsaria -
Por cierto un blog muy interesante. :))
Rafa -
Francisco Ganz -
Baobab -